Descubrí a finales de los noventa a León Chávez Teixeiro. En un cuchitril tocaba la banda de
Leon Chávez Teixeiro: cantautor febrilmente activo, asociado con el Movimiento rupestre - siendo quizá el primero y el unico que no se adscribe a dicha corriente- y con la canción de protesta que no pretende vender panfletos mesiánicos. Compositor de "canciones sobre la vida en la urbe, los obreros en huelga, las mujeres que a diario sacan adelante un hogar, sobre aquellos que aguantan y aguantan hasta que estallan y se rebelan, y también sobre la belleza, el amor y la pasión." Temas como "Mujer", "Ponciano Flores" "Se va la vida", "Prohibido", "Canto campesino" e "Iba Volando" son tesoros underground, apreciados y conocidos un publico selecto. No debería ser así, por supuesto.
Pero ya desde el 69, Chávez Teixero hacia sus pininos con el grupo La Piel, un interesante híbrido de canción latinoamericana llevada a estándares mas pop. La imágenes, metáforas, frases emocionales y sensibles ya poblaban la cabeza del maestro. Muestra de ello es "El abedul" con un mensaje un tanto criptico que a viene a decir algo así: las ideas son semillas, las personas mueren, las semillas germinan. La sección rítmica es discreta y ala vez trepidante.
"El disco pegó. Los invitaron al programa Siempre en Domingo. Chávez Teixeiro se negó a ir. "No me interesaba convertirme en una estrella de rock y (acababa de ocurrir la represión estudiantil) no quería darle la mano a ese mundo asqueroso". Me pongo de pie
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